domingo, 3 de marzo de 2013

EL CALZADO PARA EL PIE DIABÉTICO ( 1ª PARTE)


Después de haber comentado la última semana el pie diabético y sus dispositivos plantares, hoy me parece oportuno que comencemos hablando del calzado, en especial el que debe usarse específicamente en el pie diabético.

Si miramos con atención esa maravilla biomecánica que es nuestro pie, nos daremos cuenta en primer lugar de que el pie humano, ya sea el pie cuadrado, el pie egipcio o el denominado pie  griego, en lo concerniente al ancho de la parte anterior del pie y dedos son prácticamente cuadrados, o sea, es totalmente pernicioso para el pie, en especial el diabético que se someta a la tortura de estar metidos en una especie de embudo que son la parte anterior de la gran mayoría de calzados y que someten esa parte del pie a unas deformaciones que a corto o medio plazo suelen ser muy negativas, como son el Hallux-Valgus conocido como “juanetes”,    inversión del arco anterior o hundimiento  metatarsal , el temido neuroma de Morton, dedos en garra, hiperqueratosis, etc.

Si hemos leído detenidamente lo anterior y hacemos un examen de conciencia solo podemos aseverar con rotundidad que, efectivamente, de alguno o de varios problemas de los mencionados somos sufridores y, si somos diabéticos, en absoluto nos conviene usar este tipo de calzado porque nos van a ser absolutamente contraproducentes para nuestro padecer.

Una vez comentado el tema de la parte anterior del pie, seguimos observando el calzado y vemos que desde la mitad del tacón hasta la zona donde comienza la suela a pisar debe de haber una especie de varilla rígida (antes venia metálica) que le da solidez al puente del calzado y evita el hundimiento del mismo cuando se usa una plantilla. Al carecer de este elemento invalida al calzado para el uso de plantillas, algunos lo traen pero son sumamente débiles y no cumplen con su cometido.

Lo que es la zona del talón del calzado debe tener una altura suficiente para contornear y sujetar la base posterior del pie y llevar un contrafuerte que lo mantenga en orto-posición o posición recta con una rigidez y una altura que sujete bien y no moleste.

En cuanto al material, especialmente el diabético debe de usarse piel suave y forro interior suave, bien de badana de cabra o similar o también un material muy suave y auto moldeable que se usa muchas veces en calzados para pies diabéticos y pies delicados que se llama plastazote. Los pisos interiores planos y tratados adecuadamente y el piso exterior si se puede se debe usar material visco elástico para absorber  los impactos producidos al pisar, aunque en casos puntuales usamos un piso mas rígido o con balancín dependiendo de las correcciones pertinentes en cada caso.

De cualquiera de las maneras lo indicado para el pie diabético sería adquirir el calzado en una Ortopedia donde disponen del calzado adecuado para diversas patologías; es verdad que desde el punto de vista estético no es posible pero, desde el punto de vista funciona,l no hay comparación y sobre todo desde el punto de vista de la salud.